arquitectura

Gracias a las pirámides rescatadas porel trabajo arqueológico, Caral, de 66 hectáreas de extensión, cuenta con unacomplejidad arquitectónica inédita en el continente americano y que demuestraque «es la cultura madre» en la región, según Ruth Shady, catedrática de laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos y descubridora del yacimiento. © EFE

La Ciudad de Caral - Contrucciones

Caral ocupa 66 hectáreas, en las que se distinguen dos zonas, una central y otra periférica. La primera muestra estructuras arquitectónicas monumentales, cuatro clases de conjuntos residenciales diferentes, unidades residenciales deelite, dos plazas circulares en desnivel inferior, así como lugares de congregación pública masiva. Mientras que la zona de la periferia tienenumerosas unidades domésticas distribuidas a manera de archipiélago con islasde viviendas.
En la construcción de los recintos principales se usaron muros de piedra unidos con argamasa; en algunos recintos secundarios las paredesson de material orgánico, enlucidos con arcilla fina y pintados de rojo, blancoo amarillo. Se observa un uso masivo de shicras (bolsas confeccionadas con fibravegetal).
Otras áreas fueron construidas con paredes de piedras canteadas (granodiorita), unidas con argamasa de barro y pintadas de rojo,blanco o amarillo, según el periodo correspondiente; algunas muestran paredescon soportes de madera entretejida con cañas y revestidas con argamasa dearcilla y barro.
En los periodos tardíos de ocupación se construyeronterrazas con muros de piedra canteada, unidas con argamasa, enlucidos y pintadosde blanco. En los edificios de Caral se muestran evidencias de una prolongadaocupación.